marzo 12, 2006

EL MAÑANA DE MATAMOROS Para su archivo




Por Javier Villegas Juárez.-
Lunes 5 de Septiembre de 2005,
Matamoros, Tamaulipas, México

Emiliano de Pau, el funcionario al que le pagamos como director del Museo de Arte Contemporáneo (MACT), ayer lunes fue un hombre feliz.Por fin los conjuros y preguntas que realiza (a diario) en el tarot y las barajas de otras latitudes, lo libera de lo que él llama sus enemigos. Poco, pero lo libera.Las baterías de la crítica ya no están sólo contra él. En diferentes revistas de circulación nacional se ha publicado una denuncia en contra de Fernando Mier y Terán y Medardo Treviño, jefes de la mafia cultural en Tamaulipas desde hace quince años. Sí leyó usted bien: quince años.Tenemos que reconocerlo, Emiliano de Pau, comparado con Fernando y Medardo es un ángel de bondad.Al correo del archivista llegó la siguiente misiva, firmada por Víctor Hugo Martínez Murillo:“Por muchos años en Tamaulipas se han cometido abusos, marginación, desvíos de fondos. A los diputados locales no les interesa el punto, a pesar de que son muchos millones de pesos los que desaparecen”. “Desde que Fernando Mier y Terán está al frente del Instituto Tamaulipeco para las Cultura y las Artes, los artistas de nuestro estado nos hemos inconformado de muchas maneras, incluso le entregamos una carta al gobernador Eugenio Hernández Flores para manifestarle que se está aplicando una política ineficaz para el desarrollo y la promoción de las actividades artísticas de nuestra entidad”.“Medardo Treviño, segundo de a bordo de Fernando Mier, se sirve del presupuesto y sus relaciones con otras instancias para favorecer a sus condicionales y sus amigos”Por ejemplo, a la próxima Muestra Nacional de Teatro que se realizará en octubre próximo, en la ciudad de San Luis Potosí, nadie que no le rinda honores a Fernando y Medardo asistirán.No sólo el creador Ricardo Delgado Herbert está inconforme por lo que pasa en Tamaulipas. No hay resentimientos solitarios. Son decenas de creadores que desean un cambio real en la política cultural...

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