marzo 12, 2006

Asi es...Tamaulipas "La Flauta Mágica" Entre Nos..







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Sábado, 16 de Octubre de 2004

Carlos Santamaría OchoaDicen que los mexicanos somos muy malinchistas, y los tamaulipecos no estamos ajenos a tal condición: somos, como dice el refrán: “candil de la calle y oscuridad de nuestra casa”, y hay varios ejemplos para demostrarlo: uno de ellos, quizá el más reciente, es la puesta en escena de la magnífica ópera titulada “La Flauta Mágica”, del inolvidable genio Wolfang Amadeus Mozart, aquel niño prodigio que hizo, y sigue haciendo, vibrar a millones de amantes de la música en todo el mundo.Primero, hemos de afirmar que tal título cumplió con lo que establece: hizo magia en muchas partes, principalmente, en el hecho de propiciar la magnífica comunicación en familia, cosa que o tiene precio y que será el mejor de los regalos que tuvimos la semana pasada.En cuanto a la obra, hemos de confesar que había muchas dudas al respecto, por el hecho de ver como director de Escena a Medardo Treviño, otrora director y actor, escritor y artista, ahora convertido en funcionario de cultura del sexenio que agoniza.Mucha gente criticó el hecho de que Medardo fuera el director de escena de tan magna obra, descalificando, de alguna manera, la capacidad del riobravense en estos menesteres, donde no se le conoce experiencia anterior; inclusive, mucha gente llegó a pensar que era algo así como una compensación a seis años (casi) de trabajo a favor de autoridades culturales oficiales, encabezadas por el licenciado Fernando Mier y Terán, titular del I.T.C.A.La obra de Mozart es difícil por su magnitud, por lo excelso de su música y lo que se necesita para montar una obra. En este caso, podemos decir que el trabajo de Medardo no fue bueno: fue, simplemente, EXCELENTE.Nos hemos quedado boquiabiertos con la calidad interpretativa de quienes han participado; para orgullo de nosotros, muchos, pero muchos de los actores, son tamaulipecos, es decir, se tomó en cuenta al talento local (algo inusitado, por cierto), y se reforzó con Rosendo Flores, Ivonne Garza, Jessica Marsten, Ricardo Rodríguez, Arturo Rodríguez, José Guadalupe Reyes, Julieta Alemán, Consuelo Vázquez, Gabriela Thierry, Nora Rojas, Javier Magallanes, Jesús García y tres niños considerados genios como son Gabriela Saray González, Edgar Sifuentes y Silvia Selene Arenas, éstos tres últimos, orgullosamente miembros del coro MECED Chimalli, totalmente tamaulipeco.Desde hace casi veinte años, hemos seguido el trabajo de Medardo Treviño, y podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que sus obras han sido excelentes en dirección, montaje y todo lo que a ellas se refiere; tenemos en mente la Yerbabuena, de la inolvidable Altair Tejeda de Tamez, o El Adefesio, entre muchas otras. Artistas de la calidad de Larissa López o Belém Peña han sido testigos del talento de Medardo Treviño. En esta ocasión, no hubo la decepción que enemigos del amiguismo imperante en el ITCA presagiaron: la ópera de Mozart tuvo en el grupo que vimos el jueves una magnífica oportunidad de mostrar que los locales podemos ser tan buenos como cualquiera, cuando existe apoyo de todo tipo.Hubo vestuario, escenografía, música de primera y todo lo que se necesita para afirmar que el Festival de este año inició con el pie derecho. Enhorabuena para el riobravense Medardo Treviño, y ojala así se hubiera manejado la política cultural sexenal, porque muchos nos quedamos como el chinito, en aras de buscar los apoyos para demostrar el talento local.Esperemos que los nuevos funcionarios de cultura tomen esta como experiencia propia, y fomenten el valor local ante los demás, obviamente, sin cegarse.Por cierto, considerando que somos de la idea de que los representantes personales no son mas allá que un signo de falta de atención y educación, no entendemos cómo, siendo el Festival el más importante evento cultural del estado en todo el año, el secretario de Educación Cultura y Deporte, Luis Humberto Hinojosa no asistió y mandó representante en la persona de la maestra Refugio Varela. Imagine usted el desaire para al maestro Sabido, para la Primera Dama del Estado y la comunidad cultural, encabezada por el Patronato. Seguramente, el señor tuvo algo más importante que encabezar el evento más significativo de la magnífica política cultural de Tomás Yarrington, quien, por cierto, tampoco acudió.Finalmente, habrá que recordar que no todos los artistas trabajan en el ITCA: también los hay muy buenos fuera, y no hablamos de Medardo Treviño, ya que él es un fuera de serie que, con los apoyos necesarios, ha demostrado por qué tiene el lugar que ocupa en el teatro nacional, y ahora, en La Flauta Mágica, ha refrendado su enorme talento. Enhorabuena para Tamaulipas por tener gente de esa calidad, y felicidades a quienes participaron para regalarnos una ópera de calidad internacional.

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