diciembre 01, 2008

MILENIO El FIT: Debate abierto








Gastón Alejandro Martínez

Tampico, Tamps, noviembre 30, 2008

Mario Andrés Aquino López hace un comentario en el portal periodístico La región, con sede en Victoria, a mi artículo ‘El FIT y la política cultural’, que apareció aquí hace algunos domingos*. Su crítica a mi texto extiende el debate y posiblemente acicatee a otras plumas a escribir sobre la situación actual de un festival que ha quedado como el único festival cultural importante auspiciado por el gobierno del estado, después de la penosa desaparición de Letras en el Golfo.

Veo el texto de Aquino López como un síntoma de que la crítica seria es posible en Tamaulipas, pero me parece escrito a partir de una lectura apresurada. No dije en mi artículo que el FIT fuera un lastre, como afirma, sino: ‘deja la sensación de que sigue siendo para la actual administración estatal un lastre que, a diferencia de Letras en el Golfo, no se ha atrevido a tirar’. Es decir, acaso no lo sea, pero deja esa sensación. ¿En quién? En el que esto escribe y en algunas otras personas con las que he charlado sobre el asunto. ¿Por qué? Porque a diferencia del ejemplo que Aquino López menciona (el Festival Cervantino), el FIT no progresa, antes más bien retrocede, a menos que presentar a Alejandro Fernández en la inauguración de este año e incluir en él a Yuri y a Mijares sea una señal de mejoría.

Entiendo que para miles o millones de personas estos cantantes televisivos son buenos, tal vez lo sean, pero no son artistas alternativos a lo que la industria del espectáculo ofrece cotidianamente en las pantallas, la radio, los palenques, las ferias, etc.

Hace tiempo que Raúl Velasco pasó a mejor vida y hace más que dejó de tirar línea sobre el gusto musical en México, pero las cadenas televisivas que presumen de pluralidad siguen allí dándonos más de lo mismo: música chilera y pop chicloso que a veces se maquilla de ‘canción con mensaje’ o ‘rock en español’ (igual pop chicloso pero más amplificado). Fernández, Yuri y Mijares representan precisamente lo que la peor televisión del mundo ofrece como genuinos intérpretes de la canción popular mexicana. El espectáculo en México, como la política y los consorcios televisivos, sólo cambia para seguir igual.

Con cierta malicia, Aquino López dice –siguiendo mi artículo- que estoy a la espera de una determinada política cultural del gobierno del estado, como si estuviera sentado esperando a que esto ocurra. Por ello argumenta que en lugar de esas ‘inteligentes utopías’ se debería valorar el hecho de que ‘por algo se empieza’. El problema con el FIT es que no está en sus inicios, tiene ya su historia y su antecedente, el Festival Internacional de Otoño de Matamoros, no comenzó con la humildad de los entremeses cervantinos del maestro Ruelas que dieron paso al Festival Cervantino, como nos recuerda Aquino López, sino financiado con dineros gubernamentales, lo cual está muy bien, pero hablamos entonces de historias muy distintas. La suerte de Letras en el Golfo nos dice mucho sobre dónde termina en Tamaulipas lo que por algo empezó.

Los argumentos en los que se apoya Aquino López para analizar mi artículo sobre el FIT se apoyan a su vez en el siguiente cuestionamiento: ‘criticas pero no haces nada’. Algunos lectores recordarán proyectos culturales independientes donde estuve entrometido en el pasado reciente (la revista El bagre, por ejemplo), pero no voy a ahondar en eso. Más bien quiero defender aquí a ‘los que no hacen nada’ y exponer cuan relativa y mañosa suele ser esta afirmación que Aquino López no hace literalmente pero insinúa. Relativa porque el que escribe y publica sus textos ya ‘hace algo’, expone y se expone. La palabra inteligente y libre es un arma temible, por eso se le intenta callar o comprar; mañosa porque trampea la polémica e intenta invalidar la crítica desde los altares de la acción: quien no hace nada u holgazanea en su utopía cultural no tiene derecho a criticar. Lástima, el perezoso rasca-buches e indolente hacia la ‘acción cultural’… bien puede tener razón.

Sin embargo, a todo aquel dispuesto a la acción en pro de la cultura estatal le vienen bien las recomendaciones de Aquino López, así como sus ilustrativos ejemplos de la labor callejera de aquel legendario CLETA en Guanajuato, a la hora de pintarle violines a los dineros estatales y lanzarse por su cuenta a conquistar espacios donde mostrar talentos y habilidades. Por otro lado, no faltan promotores culturales no gubernamentales en el Tampico de hoy que, críticos o no de las políticas oficiales, abren cada vez más espacios al arte y la literatura. No es poca cosa en una ciudad donde hace apenas una década los tampiqueños pudientes y sensibles solían confundir el arte literario con las recitaciones o con los pensamientos escritos por mujeres pías. Acaso en otras ciudades de Tamaulipas pase lo mismo y no sólo de truculencia, corruptelas e impunidad se alimente nuestra cueruda imaginación.


*Cf. Mario Andrés Aquino López, ‘El FIT, el CLETA y la crítica’, en La Región Tamaulipas, http://www.laregiontam.com.mx

LA REGIÓN El FIT, el CLETA y la crítica




http://www.laregiontam.com.mx


por Mario Andrés Aquino López


Gastón Alejandro Martínez escribió una crítica contra el Festival Internacional Tamaulipas y le llama: “lastre”, luego dice que en él “aparece (igual) una singular orquesta de cámara o una compañía de danza de gran calidad, que la estrella televisiva de la canción ranchera o un par de cantantes igualmente televisivos que ayer y hoy sólo han ofrecido canciones gastronómicas diseñadas para un público masivo y poco exigente”.

En su escrito dice que está en “espera que la política cultural del gobierno forme parte de un gran programa que integre a las artes como disciplina formativa en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta la universidad, y que se sirva para ello de todos los instrumentos a su alcance, por ejemplo medios electrónicos como la radio pública (en el estado contamos con Radio Universidad y Radio Tamaulipas, ambas con cobertura estatal). Es con este tipo de políticas públicas con las que el Festival Internacional Tamaulipas cobraría sentido y dimensión. Una sociedad educada en las artes, en el amor al conocimiento y en el sentido social y ético de la ciencia y la tecnología sería sin duda de otro calibre, sabría exigir a sus gobernantes que cumplieran con su responsabilidad y tendría la suficiente independencia para crear sus propios proyectos culturales, ya no supeditados a los caprichos o tonterías de los gobiernos”.

Esto me parece muy inteligente y utópico, pero a falta de tales políticas públicas, por algo hay que empezar.

Así empezó humildemente hace años una personalidad del mundo cultural guanajuatense, el maestro Enrique Ruelas, quien al celebrar el XX aniversario de la presentación de los "Entremeses Cervantinos" en Guanajuato, despertó el interés cultural del entonces Presidente de la República Luis Echeverría Álvarez.

El Ejecutivo Federal decidió crear, específicamente en esta ciudad, un festival de alto nivel internacional para promover la comunicación cultural, artística y humanística con otros países.

Así nació el Festival Internacional Cervantino (FIC), "la fiesta del espíritu".

Pero con un clásico malinchismo nos parece que la fiesta del vecino es mejor que la nuestra, no obstante, no tomamos las riendas de nuestras inquietudes y las conducimos como lo hicieron Luis Cisneros, Enrique Ballestee, Claudio Obregón y Luisa Huerta entre otros, allá en Guanajuato.

Ante el elitismo del FIC miembros del grupo de teatro CLETA* decidieron realizar el propio, denominado Festival Internacional Cervantino Callejero del CLETA en 21 de enero de 1973.

No fue fácil, en su primera visita, los integrantes del CLETA conocieron todo Guanajuato incluso la cárcel. Relatan que el trato de las autoridades era de represión, sin embargo tuvieron que ir cediendo.

A partir de esa primera visita se da toda una lucha para abrir espacios, ir haciendo entender a las autoridades de que es un derecho del pueblo tener sus propias manifestaciones y lugares donde mostrarlas, según lo manifestado en 2004 por los integrantes del ya famoso Festival Callejero paralelo al FIC.

http://es.wikipedia.org/wiki/Festival_Internacional_Cervantino_Callejero_del_CLETA

Abrir la alhóndiga fue una respuesta a todo lo que ellos hicieron, cuando cuestionaban todo el elitismo del Festival Internacional Cervantino (FIC). Así lo declaro el gobernador del estado Luis Humberto Ducoing Gamba durante su periodo.

Pero como dijo alguna vez alguien: "La única lucha que se pierde, es la lucha que se abandona".

Los integrantes del CLETA han sido constantes y no han abandonado la lucha es por ello que han avanzado.

En San Cristóbal, Chiapas se realiza otro Festival oficial como el FIC, mayor información en http://www.conecultachiapas.gob.mx/

A propósito de que se revuelven artistas populares con los de élite en el FIC este año se presentó el 8 de octubre Joan Manuel Serrat, el 14 de octubre Instituto Mexicano del Sonido, el 15 de octubre Ely Guerra, el 17 de octubre Susana Harp, y el 26 de octubre cerró con Café Tacuba.

En Chiapas: El Festival Internacional Cervantino Barroco inició con el grupo británico "DJ`s Sonik Gurus" y cerró con: un grupo traído directamente del barrio neoyorquino de Harlem, músicos y cantantes que integran el Great Voices Gospell.

Recordemos que el FIT se fundó a partir del Festival Internacional de Otoño de Matamoros, el cual inició 6 años antes que el FIT, y donde esperamos que perdure y que, si alguien está inconforme, tome una acción asertiva, definiendo asertivo como aquella parte de las habilidades sociales que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Vamos a actuar sin dejar de soñar, pero dejemos de soñar sin actuar.

* CLETA o Thalía es una de las “Gracias” en la mitología Griega, protectora del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad; generalmente eran consideradas la hijas del Zeus y de Eurynome, aunque también se dijo que eran hijas de Dionysus y Aphrodite o de Helios y de la náyade Aegle. Es también una obra de títeres para grandes y chicos donde se reflexiona sobre el tema de la objeción por conciencia de una manera metafórica: es decir, por medio de objetos que tienen determinada función como cleta la escopeta. A un lado del significado de la palabra, Enrique Cisneros Luján asegura que el grupo teatral CLETA tiene también un significado actual, el cual nos permite entender el origen de este movimiento político cultural aglutinado en la palabra CLETA y el significado que tiene éste en la Universidad, en México y en el Mundo.