marzo 18, 2006

MEDARDO TREVIÑO GONZÁLEZ (¿funcionario o artista) PRUEBAS DE CORRUPCION


PRUEBAS DE CORRUPCION:

Actor, Director de Teatro y Dramaturgo. Servidor Público, Funcionario por 15 años en el área de cultura del Gobierno del Estado Sexenio de Ing. Américo Villarreal.- Auxiliar y Coordinador de Teatro Sexenio de Lic. Manuel Cavazos Lerma.- Jefe de Departamento de Difusión Cultural y Coordinador de Teatro Sexenio de Lic. Tomás Yarrington.- Director de Fomento Cultural Sexenio de Ing. Eugenio Hernández Flores.- Ratificado como Director de Fomento Cultural Director del grupo de teatro “TEQUIO”.- Presidente del Centro Mexicano de AITA-IATA 1993.


AUTOBENEFICIO:

TODOS LOS SIGUIENTES EVENTOS HAN SIDO REALIZADOS DURANTE SU EJERCICIO COMO FUNCIONARIO PÚBLICO:

· 1992.- Apoyo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Tamaulipas, para la filmación del videohome “Barracuda”, película de su autoría y que él mismo la dirigió. (anexo 1) ·

1993.- Beca del FONECAT para su grupo de teatro “Tequio”. ( anexo 2) ·

1993.- Viaje a la India, “Olimpiada Cultural”. El Gobierno del Estado lo apoyó con los boletos de avión para él mismo y su esposa, Benita Cruz Zapata.

1998. Manipulación de Convocatoria de Programa Nacional de Teatro Escolar.

Se auto adjudica la dirección de la obra “El Nuevo Santander”, utilizando para este trabajo al Conjunto Típico Tamaulipeco y a la Banda del Música del Estado, agrupaciones institucionales que jamás se han facilitado a ningún otro director de teatro de nuestro estado.
Desvío de la partida de posproducción, ($15,000.00 quince mil pesos); además, fungió como Director, Vestuarista y Escenógrafo, cobrando todos los sueldos correspondientes a estas actividades. (anexo 3) ·

Autoadjudicación para dirigir el la obra “In Memoriam”, de su autoría, con la que el ITCA rindió homenaje a los 3 ilustres Tamaulipecos, utilizando nuevamente al Conjunto Típico Tamaulipeco y a la Banda del Música del Estado para este montaje (anexo 4).

1999.- Viaje a Grecia. Manipulación de convocatoria de Concurso Nacional de Teatro Griego. Ocultó la información, y su grupo resultó elegido, pues no hubo competidores, además la producción corrió a cargo del ITCA, y la obra la dirigió él, contratando artistas profesionales. Presentación de la misma en el Festival Internacional Tamaulipas. (anexo 5)

2002.- Participa con su grupo de teatro Tequio en Festival de Teatro de Nuevo León en lugar de invitar al grupo ganador del concurso Estatal de teatro de ese año. (anexo 6 )

Durante los últimos 15 años, ha auto promovido la trayectoria de su grupo teatral “Tequio”, y su trabajo como Dramaturgo en México y otros países, dejando de lado a otros artistas y escritores que no son promovidos. (anexo7)

Favoritismo para la selección de maestros y jurados, que una vez que son contratados o solicitados, después resultan apoyar, difundir, preparar, asesorar y/o premiar trabajos de su autoría, entre ellos: * Mtro. Jesús González Dávila.- Lo invita de jurado, y le organiza homenaje. Montaje, “Los Niños Prohibidos”, 1993; la dirección de la obra fue adjudicada a presta nombres, miembros de su grupo, ganando primer lugar.

1993. * Mtro. Enrique Mijares.- Imparte Curso de Dramaturgia, y asesora el montaje “Sepultados en la arena”, dirigido por Medardo Treviño. 2002, con esta obra viaja a Nayarit y a Monterrey. * Mtro. Luis Martín.-Es invitado como jurado en varias ocasiones y dirige la obra “En el centro del vientre” de Medardo Treviño.

En Nuevo Laredo. 2005. Asistencia al Internacional Drama Colony, Motovun 2002, en Croacia. “Del texto a la representación” Julio 7 -14, 2002. Abusando de su puesto, se autopromociona como dramaturgo, antes que promocionar el trabajo de otros dramaturgos en el extranjero (Anexo 8)

Homenaje para él organizado por Demetrio Ávila encargado del área de teatro del ITCA y subordinado e incondicional suyo, 2004. (Anexo 9)

IRREGULARIDADES ADMINISTRATIVAS:

· Espectáculos dirigidos por miembros de su grupo TEQUIO tienen preferencia a la hora de adjudicar giras y funciones durante las últimas emisiones del Festival Internacional Tamaulipas, entre ellos: Jan Balbuena, Rosy Balderas, Leticia López.

· Se suspende sin explicación el Programa Nacional de Teatro Escolar, y no hay convocatoria en 2004, ni ahora en 2005, sin señalar a dónde se dirige la partida presupuestal.

· Pérdida de Documentación a artistas, entre otros: Sergio Mansur, Lorena Illoldi, Carlos Valdez.

· Pérdida de Obra Artística: Aníbal Hernández.

· Amenazas, presiones y campaña de desprestigio en contra del artista Roberto Elías Medina Zarate, de Reynosa, quien fuera Director del Coro MECED, hasta conseguir su renuncia, para colocar a un recomendado del C. Medardo Treviño. (anexo 10 )

· Suspensión sin previo aviso de la exposición del artista gráfico Miguel Ángel Camero 2004.

· Durante el Festival Cervantino de 2002, en el que Tamaulipas fuera el estado homenajeado: * Manipulación de Convocatoria de Teatro Infantil, comunicándosela solamente a grupos de su preferencia (Leticia López, Chava Cuenta Cuentos y Ángel Hernández), quedando seleccionado el grupo del Mtro. Rafael Perera, quien no había sido invitado por el ITCA.

· El Segundo Lugar del Concurso Estatal de Teatro Rafael Solana del 2003, no acude a la gira del festival Escénico del Noreste, pero en 2004, la obra de Larisa López, otra de sus protegidas, gana el segundo lugar y sí acude, cobrando sueldos y viáticos.

POLÍTICA CULTURAL:

· Se da preferencia a una exhibición anual de grandes espectáculos traídos del extranjero por encima de las propuestas de los Artistas de nuestro estado.

· Se ha convertido a nuestro estado en un estado consumidor de arte ajeno.

· Los artistas locales, tamaulipecos, se ven relegados a espacios que no cumplen con las necesidades mínimas técnicas o son censurados sin dar explicación lavandose asi las manos los administradores estatales de la cultura en el estado volviendose en complices de dichos actos que cuartan la libertad de expresión.

· Pocas veces vemos a artistas tamaulipecos en los grandes escenarios, y cuando los vemos, resultan ser los mismos funcionarios quienes dirigen y/o actúan. (Anexo 11)

· No hay una planeación para que la cultura se genere y desarrolle en otras fechas que no sean las del Festival Internacional Tamaulipas.

· Carecemos de una política de formación de públicos.

· Se carece de vinculación con otras instancias (SECUDE, Instituciones de Salud, DIF, etc.) que faciliten que el arte se acerque a la población en general DURANTE TODO EL AÑO.

· No hay Capacitación Permanente para los artistas en ninguna de las áreas o disciplinas artísticas.

· Las Casas de Cultura del estado se encuentran en situaciones físicas deplorables y sin equipo adecuado.

· No hay una currícula académica que unifique los criterios de enseñanza de las casa de cultura.

· No hay seguimiento de la capacitación recibida por artistas durante los últimos años, para que multipliquen y compartan sus conocimientos.

marzo 17, 2006

ITCA otorga apoyo a Carlos Valdez en manos de Medardo Treviño "¿Con que intención lo hizo circular el ITCA?"








Cd. Victoria Tamaulipas a 4 de noviembre de 2005

BOLETÍN DE PRENSA


Otorga el Gobierno estímulo al:

MAESTRO Y DIRECTOR DE TEATRO CARLOS VALDÉZ


El Colectivo “Trueque”, agrupación teatral que dirige el maestro Carlos Valdez participará en la 3ª edición del Festival Internacional de Pantomima que se esta por realizarse en el estado de Puebla del 6 al 12 del presente mes. El maestro Carlos Valdez recibió de manos del Director de Fomento Cultural, Lic. Medardo Treviño González, el apoyo económico que el Gobierno del Estado de Tamaulipas otorgó a través del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes con la finalidad de que acudiera con su grupo a un evento tan importante.
Comentó el maestro Valdez que el Festival Internacional de Pantomima es una actividad organizada por el Gobierno del Estado de Puebla en coordinación con la Universidad Autónoma de Puebla y el grupo de teatro “RODARA”.
Agregó que a este evento asisten integrantes de diversos países como son Polonia, India, Francia, Estados Unidos, España y otros más, donde se tiene la oportunidad de intercambiar experiencias y técnicas con todos los participantes. Dijo que el grupo Colectivo “Trueque” estará participando con un performance titulado “De Paso”
Expresó que la pantomima no ha sido valorada como debe ser, y que este tipo de encuentro permite fortalecer los lazos con otras instituciones y teatristas dedicados al arte del silencio y el movimiento. Puntualizó que de acuerdo al programa, se estarán presentando en el zócalo de esa ciudad donde, además participarán en diversos talleres de movimiento teatral y físico.

marzo 14, 2006

CARTA DE AMENAZA CONTRA ALBERTO CUE

(OPINA FUNCIONARIO DE CONACULTA EN UN CORREO ELECTRONICO)

5-enero-2006

Ricardo Delgado Herbert:

Te mando un caluroso abrazo deseándote lo mejor para este año 2006. Mientras tanto te mando mis felicitaciones, también, por tu gran respuesta al director cultural de tu sufrido estado de Tamaulipas, el señor Fernando Mier y Terán. Me admira tu claridad, tu contundencia y, al mismo tiempo, tu mesura y elegancia.

Por tanto, tu buena educación al dirigirte a un personaje así con palabras tan comedidas cuando, podría ser, merecería más fuertes críticas, entre otras cosas, por el solo hecho de querer hacerse tonto... Es muy fácil decir: "prueba tu acusación" cuando los delitos y los abusos son hechos al amparo del poder y con previsible impunidad .

Por ello ha sido muy significativo que tú hayas mantenido a lo largo de estos últimos meses una actitud tan coherente y razonable señalando abusos, incompetencias y groserías, no hacia ti, por si fuera poco, sino hacia prácticamente toda la comunidad de artistas y creadores tamaulipecos y, por tanto, al propio público cultural del estado. Ya conocemos de sobra las formas hipócritas o cínicas de los malos funcionarios, ya nos sabemos de memoria los ninguneos y las tristes y torpes excusas, los ataques viles y las explosivas expresiones autoritarias y descalificatorias.

Yo soy un funcionario de nivel medio en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y, desde mi punto de vista, hay mil cosas que corregir y mejorar en las tareas de difusión de la cultura, pero francamente seguir paso a paso este caso de censura en Tamaulipas ha rebasado toda previsión fantasiosa. Resulta increíble la impudicia de sujetos mentirosos, farsantes y rastreros.

Me parece que es hora de que en este país se siente el precedente de que si los funcionarios mexicanos son, en su mayoría, falsos y mentirosos, además de torpes y escandalosamente ignorantes, la gente del común, y sobre todo la gente trabajadora, está creciendo en cultura cívica y en valentía. Es hora, digo, de que la tan desprestigiada clase política (de todos los partidos) se dé cuenta de que le estamos viendo la cola bajo sus tristes harapos o, como se dice en el cuento de Andersen: el Rey anda desnudo y los únicos que ven su lujoso atavío son los aduladores. Pero eso no hace que el atavío del Rey sea de verdad, más bien él y los suyos andan en harapos.

Un abrazo muy fuerte

Alberto Cue


CARTAS DE GOBIERNO DE TAMAULIPAS







marzo 13, 2006

RICARDO DELGADO HERBERT RESPONDE A FERNANDO MIER Y TERAN, A JORGE YAPUR SHERIFE Y ARTURO CASTILLO ALVA










I.T.C.A IMPONE YUGO A LOS CREADORES:
RICARDO DELGADO HERBERT

http://www.enlineadirecta.info/nota.php?art_ID=39419


*Artista responde a director del instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes C. FERNANDO MIER Y TERÁN GARZA Director del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes.Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Hago pública mi respuesta a su carta del 5 de diciembre del presente año, oficio ITCA 000622.05. donde expresa su punto de vista sobre 1a censura de que mi obra fue objeto por parte de Emiliano de Pau García, director del Museo de Arte Contemporáneo de Tamaulipas, y defiende usted la honorabilidad del funcionario público Director de Fomento Cultural del I.T.C.A y creador Medardo Treviño, honorabilidad que no sólo yo sino muchos creadores de Tamaulipas ponemos en duda, y menciona el hecho de que el I.T.C.A me ha apoyado en casi toda mi carrera de artista plástico, además de sus reservas sobre la oportunidad y credibilidad de la carta publicada por la revista Proceso 1512 y firmada por 73 creadores nacionales, le manifiesto lo siguiente:

Usted, señor Fernando Mier y Terán, como Director del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, tiene la obligación de demostrar en los hechos su absoluto respeto a la libertad de expresión; no sólo con recomendaciones de mesura y criterio a Emiliano de Pau, sino con una amonestación más enérgica y pública, pues lo que De Pau ha hecho en tan poco tiempo afecta no sólo a los creadores, sino la imagen de todo nuestro estado a nivel nacional e internacional, e incluso a usted y al mismo gobernador del estado.

Le recuerdo que la carta en Proceso es apenas una de decenas de manifestaciones de repudio hacia la grosera y estúpida actitud de ese protegido del poder que mangonea a su antojo un museo tamaulipeco de tanta importancia. Es penoso que usted solape diciendo en su carta que la jurisdicción del I.T.C.A no alcanza al mencionado museo. Lo que exhibe es una terrible falta de sensibilidad y una actitud acomodaticia que me lleva a pensar que lo único que a usted le importa es conservar su puesto… y el del funcionario y artista Medardo Treviño, por supuesto.

Le recuerdo, señor director, que fui personalmente el 1 de julio a las oficinas del I.T.C.A, a tratar de entrevistarme con usted, pero no tuvo tiempo de recibirme. Mi protesta por escrito contra la censura de que fui objeto la dejé en su oficina y tengo la copia con la firma de recibido. No puede reprocharme, como lo hace en su carta, no haberme dirigido a usted en primera instancia. Se trata de un documento que lo desmiente y que puedo hacer público en cualquier momento, de ser necesario.

Cierto que he recibido apoyos por parte del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, pero no son apoyos de su peculio que usted me haya otorgado. Se trata de dinero de la sociedad tamaulipeca; la sociedad, con sus impuestos y por medio del I.T.C.A, es quien apoya a los creadores y se supone que un comité técnico decide sobre esos apoyos. Haber sido favorecido con dichos estímulos no significa que asuma una actitud dócil y que permita que mi obra sea ninguneada y finalmente censurada.

Decir que José Luis Cuevas, Carlos Monsiváis, Andrés de Luna, Gabriel Macotela, Gilberto Aceves Navarro, Luis Nichizawa, maestros de la Academia de San Carlos, de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, y de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, en total 73 artistas están desinformados, es un insulto para ellos. ¿Cómo sabe usted que están desinformados? ¿Cree usted que estos señores no leen los diarios, no preguntan, no investigan? La triste realidad de censura y opresión en Tamaulipas ha sido difundida por muchos medios de comunicación regionales y nacionales. Pero tal vez usted, responsable institucional de la cultura en Tamaulipas, sea el desinformado.

Por otra parte, no tengo manera de comprobar que Medardo Treviño, el funcionario y artista tan alabado por usted, sea un corrupto o que se haya aprovechado de su puesto público para favorecerse con prebendas, dinero o reconocimientos sin embargo usted me hizo saber que Treviño González fue investigado por la contraloría estatal y eso ya sienta un precedente en su "honorabilidad".

Sé, eso sí, del yugo impuesto a los demás creadores y de su manera rastrera e igualmente acomodaticia de comportarse con los gobernantes en turno, escribiendo y poniendo en escena “obras biográficas” de los candidatos al gobierno tamaulipeco, que no son otra cosa que adefesios laudatorios con los que ha buscado, y logrado congraciarse con los últimos tres gobernadores, cuando menos. Me pregunto ¿Qué sería de él, y de otros como él, sin el parapeto de su puesto gubernamental y del poder que ejerce y comparte con usted?.

Que no pueda yo demostrar sus trapacerías no significa que no las haya cometido o que no existan testigos de ellas (incluso antiguos compañeros en el ITCA y artistas humillados y renunciados a fuerza por pensar distinto en cuanto progreso y profesionalización de los creadores del Estado )

Confío en que pronto alguien se atreva a investigar. Toda esa basura saldrá un día a la luz pública.La carta que adjunta usted, firmada por el pintor Jorge Yapur y el dramaturgo y poeta Arturo Castillo Alva, por su espíritu lacayo y su feo estilo burocrático, me mueve a pensar que es apócrifa. Es difícil creer que dos creadores como ellos escriban con un estilo genuflexo y salgan en su defensa de manera tan burda. Para probar la autenticidad de esa carta de apoyo hacia su persona y su “política cultural”, sería bueno que estos artistas lo defendieran públicamente contra tipos que, como yo, “actúan de mala fe”.

Espero, sinceramente, por el respeto y libertad de expresión a la mayoría de los creadores tamaulipecos, que el Gobernador Eugenio Hernández Flores reflexione sobre la pertinencia de seguir manteniendo a colaboradores como Emiliano de Pau, Medardo Treviño y Fernando Mier y Terán.

La tolerancia hacia sus malos funcionarios culturales perjudica la imagen de su gobierno y ensucia sus buenas intenciones.


Atentamente


LIC. RICARDO DELGADO HERBERT.


Artista plástico Licenciatura en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” Maestría en la Academia de San Carlos.












CARTA Y FIRMAS PUBLICADAS EN LA REVISTA PROCESO "APOYO POR LA REPRESION CULTURAL DE LOS ARTISTAS DE TAMAULIPAS" (cartas editadas por seguridad)











CARTAS DE LA REPRESION CULTURAL DEL MACT EN MATAMOROS




NOTAS PERIODISTICAS DE PROTESTAS EN MATAMOROS







EL MERCURIO DE CD. VICTORIA "Falso que yo me haya robado partituras del ITCA"




11 de marzo del 2006

Antonio R. Frausto

“Es falso que yo haya tomado partituras del ITCA que no son mías, creo que todo ésto es por el hecho de haberme sumado a otro proyecto cultural por haber firmado una carta en la que digo abiertamente que no estoy de acuerdo con la administración de Fernando Mier, no me atrevería a aseverarlo, pero inclusive, sospecho que las hayan desaparecido a propósito, que dijeron ¡ah! se llevó las suyas, ahorita es cuando podemos fregarlo”, refirió Rodolfo Rodríguez Bojórquez a los señalamientos que le hace el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes de haber sustraído una serie de partituras del Archivo del Estado pertenecientes a la Orquesta Sinfónica de Tamaulipas el año pasado. El músico y ex funcionario del Instituto de Cultura explicó que efectivamente tomó una serie de documentos que se encontraban en el archivo de la Orquesta, pero que eran de su propiedad, “en el año 2000 cuando la Orquesta de Cuerdas pasa a ser una Sinfónica yo pido a título personal a Fernando García Torres en ese entonces Director del Sistema Nacional de Fomento Musical de CONACULTA las partituras que él me presentó de su archivo privado. Como en ese momento, Medardo Treviño estaba enfrentando ataques, decidí pedir material por mi cuenta para no verme involucrado en ese tipo de cosas y con eso empezamos a trabajar en la Orquesta”, refirió. Reconoció que fue en el 2001 en su calidad de Director de la Orquesta Sinfónica de Tamaulipas cuando él solicita las partituras que le señalan haberse robado, “es a Sergio Ramírez Cárdenas, Director del Sistema Nacional de Fomento Musical a quien solicitó para formar un archivo de la Orquesta, cabe destacar que la prueba que presenta el ITCA es cuando yo pido no cuando recibo, a mí me acusan que sustraje estas partituras, pero no es cierto porque ni siquiera llegó todo el material que se pidió y esa material no es el que yo saqué de la Casa del Arte”, afirmó. “Cuando yo retiré el material de la Casa del Arte se encontraba Manuel González Isás y se levantó una lista de lo que me estaba llevando, él firma de enterado, si tu ves y se comparas una lista con la otra no hay ni una sola partitura que concuerde, las que me llevé son partituras mías y el 26 de mayo 2005 cuando yo retiré éstas no me fijé si las otras partituras estaban ahí en el archivo”, precisó el músico. Mencionó que es durante el Tercer Taller de Orquestas Sinfónicas realizando en esta ciudad cuando comenzaron los ataques en su contra por el supuesto robo, “en diciembre en un curso en el que yo quería participar con Belém Liceága, Coordinadora me dice “a ti te inscribo después que traigas las partituras que te robaste. Durante el taller ella fue con el maestro que me estaba dando clases de viola y le dijo, tenga cuidado con Rodolfo Rodríguez porque es un ratero peligroso, lo que obviamente me indignó por lo que el día del concierto del taller yo lo aclaro en público en donde están las autoridades de CONACULTA y no hay una sola persona que se pare y me desmienta y en ese momento yo digo: Belém Liceága ha dicho que yo me he robado las partituras y muchos de los alumnos afirman con la cabeza”, expresó. Señaló que estos hechos lo motivaron en el mes de enero a mandar una carta al Director General del ITCA solicitando que la funcionaria de Cultura sea recriminada por las declaraciones vertidas en contra de su persona y le pida una disculpa pública “la respuesta de Fernando Mier es enviando un oficio diciendo si te robaste las partituras, es decir, se suma a la difamación”, subrayó. Rodolfo Rodríguez, confesó que no le sorprendió la postura de Mier y Terán en su contra ya que en otras ocasiones ha mencionado que el músico renunció del Instituto de Cultura, debido a una serie de irregularidades que había cometido durante su gestión como funcionario cultural como el haber utilizado los instrumentos de la Orquesta para su beneficio personal, así como el haber faltado injustificadamente y haberse levantado un acta de abandono “es mentira, yo renuncié por haberme sumado a otro proyecto cultural”, añadió. Criticó el manejo que hace la actual responsable del área de música, ya que el hecho de que hayan desaparecido las partituras sin que nadie se diera cuenta es una muestra clara del abandono en que tienen a la Orquesta, “no se cómo se atreven ellos a decir que yo me robé las partituras, ni que tampoco se las robó Fito Páez por decir un nombre, porque las partituras siempre han estado en un archivo sin candado en un salón al que entran todas las Orquestas Sinfónicas, la Banda del Estado, el Coro de Raúl Juárez en un salón en donde la puerta tampoco tiene llave, es decir, cualquiera puede entrar cualquier día y sacar lo que quiera, un instrumento, lo que tú quieras”, precisó. Rodríguez Bojórquez, expresó que para tratar de arreglar estos problemas acudió a una reunión con Medardo Treviño, Director de Fomento Cultural del ITCA, “en esa junta pretenden hacerme responsable, ya no de que me las robé, pero me dicen tú tienes que hacer que aparezcan porque algúna vez tú fuiste el encargado del archivo, cuando hace más de un año y medio que dejé la Orquesta, hace más de un año que dejé el ITCA y entregué el departamento al responsable, cuando las partituras, ellos reclaman que están desaparecidas estando Belém al frente del departamento”, apuntó. Aseguró que debido a todas estas acusaciones su calidad moral como persona ha sido afectada y lo que desea es que sea el Instituto de Cultura que rectifique su error y le soliciten disculpas, “ahora le mando un oficio a Fernando Mier exigiéndole, ya no pidiéndole que se disculpe que así como me mandó el oficio con copia para el Gobernador, para el Contralor, para el Secretario que así mismo me mande un oficio disculpándose por lo dicho en los próximos días, mi prioridad es que mi nombre se limpie, que me pida una disculpa pública”, enfatizó. Y señaló que en caso de no recibir la disculpa de parte del Director General del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, “iré con el gobernador, él está enterado de todo porque yo le mandé copias, en caso de que en los tres días no me pidan una disculpa, decirle señor gobernador me difamó esta persona y a ésta otra le pedí hacer algo y en vez de hacer algo la apoya”, concluyó.

marzo 12, 2006

EnLineaDirecta.info "Carta al pintor Ricardo Delgado Herbert ¿Dónde están los funcionarios culturales de Tamaulipas?" Por: ALBERTO CUE

















http://www.enlineadirecta.com.mx/index.php?pageNum_rsEdiPag=15&totalRows_rsEdiPag=29

Segunda quincena de enero del 2006
DISTRIBUIDO EN TAMAULIPAS
No. 10
por: Alberto Cue



25 de enero de 2006

No hay nada peor que no saber reconocer sus errores. Se dejó ver mi falta de malicia cuando el contenido de una carta privada sonó más fuerte que un pensamiento en voz alta, cuando la hiciste pública. La irreflexión fue mía porque el tono era fuerte. Y vino la molestia del Lic. Fernando Mier y Terán Garza. Al quejarse, en una carta dirigida a autoridades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (enero 10 de 2006, copia recibida en 21 del mismo mes), expresa que “el Sr. Alberto Cue, Director de la Revista Tierra Adentro, emite juicios de valor tales como «sujetos farsantes y rastreros» refiriéndose a personas de este instituto” (cursivas mías).

Lo primero es que me confundió con el director de la revista Tierra Adentro, cuando sólo soy su editor. El poeta Víctor Manuel Cárdenas, director de la revista, como bien sabes, nada tiene que ver en esto. En segundo lugar, me gustaría señalarte algo muy significativo: si en vez de decir “soy un funcionario medio en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes”, hubiera dicho, más llanamente: “soy un empleado público que edita impresos en el Conaculta” (véase, Martín Alonso, Enciclopedia del idioma, 3 vols., t. II (D-M), p. 2074: “Funcionario (de funcionar). m. Empleado público.” No dice más), al Lic. Fernando de Mier y Terán le hubieran importado un rábano y medio mis palabras. ¿Pero por qué le interesaron y les dio relieve? Y, por el contrario, ¿Por qué no le ha concedido hasta ahora la menor atención a la profunda inconformidad de parte de la comunidad artística de Tamaulipas? ¿Por qué cree él que podría refrendar conmigo “el compromiso de la libertad de expresión”, si no la ejerce en sus justas consecuencias ante la comunidad artística de su estado, ni ante la prensa de su estado desde hace meses? ¿Cree que tales refrendos se ejercen exclusivamente en papel membretado y con empleados llamados funcionarios, si alguno de éstos tiene a bien armarse de ingenuidad y preguntarle al Lic. Mier y Terán cuál es el estado que guarda la difusión cultural y el apoyo artístico en Tamaulipas? Si su queja ante autoridades del Conaculta me parece guardar intenciones caprichosas, como por ejemplo afirmar que hablo de asuntos que “evidentemente” desconozco (lo que tal vez querría decir que se trata de un asunto que no tiene por qué importarme), o la de llamar la atención “ante asunto tan penoso” (¿me sumiré en la incertidumbre nada más de pensar qué harán las autoridades conmigo?), podría también parecer una reacción malintencionada.

 ¿Por qué el Lic. Mier y Terán no mejor se muestra realmente dispuesto a encarar, con la digna atención de un funcionario, el apabullante cúmulo de cuestionamientos frente a determinados aspectos de su gestión pública, en su capacidad y disposición real de servicio, y la de sus colaboradores directos, como Emiliano de Pau y Medardo Treviño?

Tampoco debería yo decir: “los funcionarios mexicanos son, en su mayoría, falsos y mentirosos”, por la sencilla razón de que es un desgraciado lugar común y porque, después de todo, los hay excelentes, como funcionarios y como personas. Para expresarse como lo hice en la carta motivo de la molestia del director del ITCA, es necesario estar en confianza, como en las cartas que nos cruzamos tú y yo; es una forma de soltar el coraje por las injusticias que aparecen en tantos lugares del país. Que te equivocas con las palabras o con un exceso de vehemencia y hieres una susceptibilidad tan selectiva… pues eso suele ocurrir. Lo importante es que hay que saber corregir con la misma verdad del error. Desde luego, reconozco que el Lic. Mier y Terán adivinó mis opiniones, aunque no pueda felicitarlo por sus malos métodos al creer tener la prueba de mi enemistad con el ITCA, preocupándose muy especialmente en señalar que yo envié “a todos los medios de comunicación, por la titularidad de esta institución” (al parecer se refiere al Conaculta, aunque no lo dice tan claramente), el engendro de mi cartita. ¿Yo dije o dijo él: “algunas personas de este instituto”? ¿O se diría de aquél instituto?

El Lic. Mier y Terán parece tener una concepción egocrática de eso que algunos llaman funcionariato: “Pero el funcionario se halla por encima de todas las leyes psicológicas, que sólo rigen para el público. Sin embargo, si cabe excusar un principio estatal defectuoso, resulta imperdonable el no ser lo bastante honrado para poder ser consecuente. La responsabilidad de los funcionarios deberá hallarse tan en absoluto por encima de la del público como los funcionarios se hallan por encima de éste, y precisamente al llegar aquí, al terreno en que solamente la consecuencia en la aplicación podría justificar el principio, hacer de él, dentro de su esfera, un principio jurídico, se le abandona para aplicar cabalmente el principio contrario” (C. Marx, “Observaciones sobre la reciente instrucción prusiana acerca de la censura”, enero-febrero de 1842). Como se ve por la indicación de fecha, el mundo no se ha atrevido a cambiar gran cosa. De aquí pasamos a decir que el censor es acusador y, la vez, defensor y juez en una sola persona: “el censor, a quien se encarga de administrar el espíritu, es, como tal, irresponsable”. Esta otra frase, y las cursivas últimas, son también del viejo autor alemán. Tal parece que la ascendencia espiritual del Lic. Mier y Terán proviene de esa Prusia patriarcal ya desaparecida, y reúne en su sola persona a la trinidad espiritual-terrenal asumiendo que: el “instituto” c’est moi.

Lo mejor es tu carta dirigida a él en 26 de diciembre del año pasado. ¿Ya se ocupó de contestarla? Y luego de leerla cuando me la enviaste, elogié tu educación “al dirigirte a un personaje así con palabras tan comedidas” ante su actitud de “hacerse tonto” (que sí dije, pero que ya no digo). Y después de tu actitud tranquila, bien dispuesta, me dejo ahora para mí lo peor de “este penoso incidente”. Pero es claro que no estaba yo en aquella carta, ni lo estoy en ésta, con el ánimo de afirmar que la solución es buscar el conflicto, aunque evidentemente hay un conflicto que rebasa las palabras y abarca, más bien, los hechos que son motivo de las múltiples quejas en contra del Lic. Mier y Terán como funcionario.

No sé si este señor personifica todos los males que rodean a algunos aspectos de su gestión pública (documentada con más de 150 notas críticas en la prensa, sobre todo tamaulipeca, durante intensos siete meses). Menudean las referencias a conflictos, censuras, rechazos viscerales, desatenciones, promesas incumplidas y actos prepotentes. Qué bien que la gente se exprese, qué mal que tenga que hacerlo a gritos… y hasta ahora sin resultados. A lo largo de estos meses habías conservado una ecuánime opinión acerca del Lic. Mier y Terán. Pero cuando te dirigió, como “regalo de navidad”, una serie de afirmaciones en las que mezcla inexactitudes y falsos, tu decepción fue completa… Le escribiste y esperaste a los Reyes Magos y nada… y ya va a llegar la Candelaria y nada… Tu pleito era con el director del Museo de Arte Contemporáneo, Emiliano de Pau, no con él directamente; pero cuando deja ejercer, en el puro vacío de su sordera, la libertad de expresión de los tamaulipecos, la tuya y la de muchos, es obvio que el barco hace agua (con patadas de ahogado por parte del capitán y toda la cosa). Sin embargo, de lo peor nace lo mejor: lo importante es que no se trata sólo de tu circunstancia; tu problema es el problema de otros, más exactamente de la mayoría de los artistas de tu Estado.

El panorama que hoy ofrece un estilo personal de “administrar la cultura” hace necesario pensar en otro u otros estilos; y se hace evidente que hay otras maneras y otras visiones que no han tenido cabida.

Contra lo que supone el Lic. Mier y Terán, creo que es mejor emitir juicios de valor basándose en la contundencia de tantas evidencias hechas públicas, y que presumen ser honestas, que solicitar un boletín oficial que sería mera fórmula del estilo de su queja. No sé cómo alguien puede fingir tanta indiferencia, sino es que simplemente la expresa de forma natural, ante semejante montaña de entuertos y feos deslices.

Tengo conmigo algo así como cien cuartillas o más de impresos con notas periodísticas de aquí y de allá que involucran a alrededor de 150 artistas que claman por un cambio en la política cultural en el estado de Tamaulipas, basándose en la expectativa del reciente cambio de gobierno en el Estado. Sería interminable ponerse a describir cada caso, pero los pocos que puedo referir rebasan cualquier consideración simplemente anecdótica. Y deben llevar a la reflexión.

Un caso típico es el del director de teatro y periodista Fernando de Ita, quien tuvo casi que rogar, según dijo, y finalmente amenazar con hacer público el hecho de que no había la menor intención de pagarle un taller de 4 días con asistencia de 40 artistas locales… y le pagaron menos de lo convenido (El Contacto, Matamoros, 6 septiembre, 2005). El caso del pintor Onésimo Gallardo, cuya exposición pictórica fue censurada por el director del Museo de Arte Contemporáneo de Matamoros, Emiliano de Pau, aduciendo que las obras que componían dicha muestra invitaban “al acto sexual”, es también ilustrativo (La Jornada, 6 abril 2005).

En cuanto al músico Roberto Elías Medina, de Reynosa, nada más elocuente que citar algunas de sus palabras, sin poner ni quitar un acento: “Mi trabajo que desempeñaba era el de Coordinador estatal y Director del coro Meced Chimalli del Estado del cual obtuve grandes satisfacciones por los niños porque en cuanto al trato de Medardo con ellos era déspota y discriminaba a los niños y los humillaba al grado de que algunos niños le tuvieran miedo. […] En cuanto a mi trabajo el me quedo a deber algunas facturas de gastos ya que no se me daban viáticos para realizar mi trabajo que consistía en supervisar a los 14 coros del estado el cual tenia que hacerlo por mis propios medios y aun así el declaró que no trabajaba y no cumplía con mis obligaciones, en cuanto a mi salario me pidió recibos de honorarios en blanco a través de sus subordinados con el fin de cubrir mis viáticos los cuales no fueron cubiertos y tampoco se me regresaron esos recibos ni las retenciones de impuestos correspondientes.”

Expresiones de inconformidad, en uso de la “libertad de expresión” que tan selectivamente aprecia el Lic. Mier y Terán, ha habido de sobra. La más significativa (y que, además, fue una denuncia de hechos) fue dirigida al Ing. Eugenio Hernández Flores, actual gobernador constitucional del Estado de Tamaulipas, ante la ratificación del señor Medardo Treviño González como director de Fomento Cultural del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (en 2005), debido a las públicas y reiteradas actitudes y manejos para beneficiarse, tanto él como sus allegados artísticos, como receptor de becas, reconocimientos y patrocinios. En dicha protesta se señalan casos concretos de favoritismos, omisiones y manipulaciones en torno a convocatorias, organización de becas y premios, además de negligencias administrativas. Pero la respuesta ha sido acusar a los grupos de artistas inconformes (llamados “artistas sublevados”) de ser un núcleo minoritario ávido de ocupar los puestos, respuesta típica de alguien que puede considerar que éstos son sólo una silla y no una función noble y difícil.

Los inconformes agrupan a músicos, artistas visuales, promotores culturales, teatristas, maestros, escritores, sin olvidar que desde Tampico, Ciudad Victoria, Matamoros y Reynosa surgieron más protestas y señalamientos concretos. Me parece increíble que los responsables recurran a tretas como mentir y desvirtuar la magnitud del malestar en torno al desempeño de la directiva del ITCA.

Lo siguiente también es sintomático: “Lo que sí es cierto y es grave, es la manera en que [Fernando Mier y Terán y Medardo Treviño] tratan de encubrir sus acciones, intentando politizar el descontento al ligar a algunos cuantos de los firmantes a grupos políticos”; además de tener el atrevimiento de “reclamar” a los artistas el haber firmado dicha carta de protesta, llegando a advertirles que el “instituto” ya no los apoyará “si no se retractan”. Incluso, según testimonio de varios afectados, aparecieron en sus direcciones electrónicas “correos electrónicos con nombres falsos y amañados, para divulgar rumores con el fin de amedrentar” (“Aclaración de los artistas de Tamaulipas”, Ciudad Victoria 2005, firmada por Carlos Valdez y Lorena Illoldi).

¿Y las respuestas claras y concisas del maestro Sergio Cárdenas al maestro Jacobo Zabludowsky en su programa de radio?

¿Y la carta que el maestro Gabriel Macotela tuvo que mandar para que ya no chingaran más a la empleada del Museo de Arte Contemporáneo de Tamaulipas, que había recibido el cuadro de sus propias manos?

En uno que otro testimonio puedo distinguir expresiones como ésta: “Fernando Mier y su comparsa de funcionarios serviles e ineficientes”, pero, después de entresacar los anteriores testimonios, quiero sólo advertir que la crítica en la prensa, además de dicharachera, está hecha por periodistas profesionales, artistas y críticos de arte; es unánime en señalar la necesidad de superar una situación que, además de entrañar pequeñas y grandes vergüenzas, ha empantanado el desarrollo cultural del Estado, al no posibilitar una proyección cultural real, y luego al ser ellos mismos, los directivos del ITCA, obstáculos casi naturales de todo proceso ulterior de “gestión cultural”.

“Ahora que a decir verdad, ni Emily, ni Katrina y mucho menos Rita, han depredado tanto el dinero público como lo hacen en el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes. Antes durante el sexenio de Manuel Cavazos Lerma, “Barracuda” videohome, idea original de Medardo Treviño y filmada en su casa, si que dañó para siempre el presupuesto, pues hasta hoy en día gobernadores vienen y van y él sigue siendo el fiel del saqueo en materia cultural, ahora de la mano de Fernando Mier y Terán. (María Jaramillo Alanis, En línea directa, “Razones y Palabras / Santa Rita de Acacia, ruega por nosotros…”, Cd. Victoria, 23 de septiembre de 2005).
La falla es política. Y después, es una falta ética.

Por otro lado, no intento establecer quiénes sí son beneficiados pero de seguro no serán las mejores razones para que ello sea así. Otro juicio de valor que, por el momento, adjudico a mi propio criterio.
Lo que apunta Alejandro Rosales Lugo es muy claro: “Contamos con una excelente infraestructura en museos; ahora hay que darles contenido. […] Hay muchas razones del descontento de los artistas de Tamaulipas; lo escucho en Laredo, la verdadera Siberia de Tamaulipas; en Tampico, en Reynosa, en Matamoros. Hay enojo porque se patrocina a artistas nacionales que no lo necesitan, y yo no soy chovinista. […] Por eso aplaudo la posibilidad de reunirnos los artistas independientes para dar voz a nuestras propuestas” (Alejandro Rosales Lugo, Expreso, “La Caja de Pandora”, Cd. Victoria, 20 de febrero de 2005).

Pero hay un testimonio más: “No existe en toda esta ínsula barataria, ni siquiera una digna feria de libro como elemental punto de atracción al resto de los tamaulipecos, y las bibliotecas públicas solo sirven para que grupos de jóvenes chacoteros se reúnan a echar relajo con el pretexto de tareas escolares” (Max Ávila, El 5inco de Tamaulipas, 13 de noviembre de 2005).

Todo esto se ha acumulado a lo largo de siete meses. Indica al menos la necesidad de revisar una situación y, en segundo lugar, reconocer un consenso existente en cuanto a los propósitos sanos de toda gestión cultural en Tamaulipas, que hoy simplemente no es posible cumplir, con todo y la infraestructura existente (considerando que otros estados no tienen los que hay en Tamaulipas). No todo lo hace el dinero ni todo ha de poder hacerse nomás desde arriba. Es un contrasentido en cualquier ámbito de gobierno y un contrasentido del concepto de democracia que se dice respetar.

En el primer testimonio (para sólo comentar tres y concluir todo esto), no puede aceptarse que la actitud señalada por Fernando de Ita corresponda a una gestión pública de cultura. Si estas circunstancias son por desgracia casi cotidianas, y se admite el caso cuando en verdad hay problemas presupuestales, lo menos que puede exigirse —por ser una norma de elemental ética— es enfrentarlas con honestidad y profesionalidad. La censura del pintor Onésimo Gallardo y la tuya, Ricardo Delgado Herbert, sólo indican que no es esa la manera de tratar asuntos espinosos en materia de exhibición de arte; no niego que hay circunstancias, que el arte mismo, y la actitud de muchos artistas, ofrezca disyuntivas para las instituciones burocráticas, pero precisamente por ello la especificidad de las distintas tareas, al hacer la talacha de la difusión cultural, requiere de gente que se abra a las disyuntivas reales y sea capaz de aceptar, contra el gusto y los criterios personales, el valor de la libertad de creación y de expresión. Para eso está la crítica, aunque suene cándido. Se trata, en último lugar, de los posibles fundamentos de discusión para cerrar el paso a respuestas viscerales, de donde sean.

El triste caso del músico Roberto Elías Medina parece rotundo; es la expresión más depurada del desprecio por el trabajo y la dignidad de los demás. ¿Qué otra cosa puede decirse?

También puedo reconocer que los directivos del ITCA saben mucho más que yo sobre su Estado, pero eso no me impide a mí reconocer la naturaleza de los problemas de una parte de los tamaulipecos. Ni como opinante ni como conocedor. Las triquiñuelas que han sido denunciadas por muchos artistas indican un pésimo desempeño en el campo de cualquier actividad humana consciente. Chantajear, amenazar, querer confundir, falsear hechos, intentar dividir a la comunidad artística tamaulipeca (cuando su función es precisamente la contraria) son muestras de un rezago que ha adquirido la forma de una mentalidad pre-política. Parece que estos funcionarios no han querido superarse, y no creo que les hayan faltado oportunidades. Justo era que hubieran hecho un mejor papel, un poco más decoroso, un poco más digno, según se puede ver ahora.

La esfera pública no puede negar apoyos equitativos. La esfera privada, representada aquí por la comunidad de artistas, tampoco puede vivir (ya se ha visto) dependiendo sólo de esa posibilidad de aplicación equitativa de atención, ya no sólo de recursos. Y aunque se asuma esta crisis como la han asumido la mayoría de los artistas tamaulipecos, y aunque ustedes puedan percibirse en estos últimos meses como una comunidad más cercana, no deja de ser injusta esa persistente falta de apoyo y honestidad ante el talento local, carencia que se hace más ofensiva cuando, en su lugar, se ofrece cabalmente el principio contrario. Siempre hay intereses, visiones distintas. Por tanto, siempre hay la necesidad de conciliarlos. Construir un campo de acción de las artes en un régimen de convivencia significa tener ya una identificación real, y poder ejercerla, entre la sociedad y ese arte que se difunde, se apoya y se estimula. Pero cuando un artista ve obstaculizado su trabajo por fallas sistemáticas o humanas, cuando el trabajador cultural ve limitado su campo de esfuerzo por falta de expectativas internas o externas, o por el abrumador peso de la gestión burocrática, cuando el artista se metamorfosea en funcionario cultural (mostrando con ello muchas veces oportunismos lamentables), o cuando el funcionario cultural de pronto aparece como novelista, escultor o lo que sea (con su dosis de malas consecuencias y su retribución en premios teledirigidos), cuando el nepotismo y la sed de puestos florecen, cuando impera, en suma, un miope individualismo (y un miedo a asumir la propia individualidad), y, por si fuera poco, con falta de alternativas para la formación adecuada de artistas de distinto género dentro del propio Estado; por el solo hecho de acomodarse a esto, de imponerlo o aceptarlo, unos y otros pierden, aunque unos más que otros. Así, por ejemplo, ¿cuántas escuelas de arte hay en Tamaulipas que constituyan un sistema de enseñanza artística estatal digno de ese nombre, en qué niveles se encuentran, qué preparación y reconocimientos pueden otorgar, cómo funcionan, qué sistemas de enseñanza se han podido consolidar en las aulas, éstas tienen bibliotecas, se usan los libros que hay allí, cuántos centros de enseñanza hay y qué tipo de alumnado asiste a ellos, qué perspectivas ofrecen en general las instituciones de enseñanza artística, artesanal, etc., para su futuro desarrollo? Y a esto seguirían bastantes temas cuyas circunstancias desconozco pero que no estoy obligado a saber ahora ni mediante cualquier informe boletinado ni cualquier otro medio.

Pero ¿qué te digo? ¿Sabes por qué creo tener derecho a opinar sobre este estado de cosas entre los artistas tamaulipecos? Porque lo que hacen los tamaulipecos es lo mismo que hacen otros, los neoleoneses, los veracruzanos, los chiapanecos, los nayaritas, y que es lo mismo que hacen todos los mexicanos y, luego de todos los mexicanos, todos los demás, los extranjeros de todo el mundo, atenienses o metecos.

Recientemente, la UNESCO ha reconocido ciertas bases indispensables para el conocimiento y la educación actuales, y sobre todo el conocimiento y la educación del futuro. Por sí mismas, si estas bases se aplicaran como criterios para “emitir juicios de valor”, serían un claro elemento de descalificación para los actuales directivos del ITCA (atípicos “gestores” de la educación y la formación artísticas). Entre otras: que la educación debe dotar a los seres humanos de la comprensión de que no hay conocimiento exento de error o de ilusión; que es necesaria una reforma del pensamiento para vincular más íntimamente nuestro conocimiento con nuestras necesidades reales; que la educación del futuro deberá centrarse en la enseñanza de la condición humana; que el ejercicio de nuestras identidades (la consideración de nuestras tradiciones en relación con las de otros) debe implicar una conciencia cívica solidaria con nuestro planeta y con el género humano para conocernos, criticarnos y convivir mejor; que debemos aprender, finalmente, de manera objetiva y a la vez de manera intersubjetiva.

La enseñanza de nuestra propia condición humana, según el informe Morin de la UNESCO, consiste básicamente en revisar y criticar a fondo nuestro egocentrismo y nuestro etnocentrismo; y también, añadiría yo, nuestro sociocentrismo, generadores de xenofobias, racismos y discriminaciones.
Todo esto parece evocarme ciertas raíces, no en una sana tradición de noble condición humana, sino en un pasado que no representa precisamente lo mejor. Siempre se podrán argumentar circunstancias insuperables, descuidos eventuales, pretextos ínfimos; como el argumento de que se trata de una oposición minoritaria; en fin, lo que se les ocurra, o lo que la providencia les indique, en su celestial elevación, como norma aplicable. Lo que tiene que ocurrir es el reconocimiento de todos los artistas tamaulipecos en una tarea común: mejorar el estado actual de cosas para ellos mismos, como artistas y como sujetos sociales. Es imposible no poder esgrimir razones, aunque haya que gritarlas.
Como siempre, los artistas, los promotores culturales y el público tienen la palabra. Y, desde luego, también los funcionarios.

* México, D.F., Estudió la carrera de Historia en la UNAM. Editor en Fondo de Cultura Económica (1978-1989), editor en Difusión Cultural-UAM (1990-1991), editor en Instituto de Investigaciones Históricas Dr. José María Luis Mora (1993-1996), editor en Dirección General de Publicaciones del Conaculta (1997-1999), editor de la revista Tierra Adentro y del Fondo Editorial Tierra Adentro desde 2003.

EL MAÑANA DE MATAMOROS Para su archivo "EL ETERNO CACIQUE MEDARDO"




http://www.elmananadigital.com/more.php?id=8312_0_1_0_M

El matamorense que triunfó en Coahuila
(Fragmento)
10/03/2006

Por Javier Villegas Juárez.-

Montemayor y la educación
Y hablando de norteños, escuchamos ayer la opinión del escritor chihuahuense Carlos Montemayor.Dijo: “Antes creíamos que el conocimiento era un patrimonio de la humanidad, hoy sabemos que se está convirtiendo en patente, mercancía, propiedad privada. Esto no es evolución, es un retroceso de la especie humana”.“La cultura no se reduce sólo a un conjunto de disciplinas artísticas, sino a un proceso complejo de sistemas de valores éticos, cívicos, familiares, espirituales y de identidad. La cultura de un pueblo tiene tres grandes vertientes: el idioma, la geografía y la historia”.En la frontera “nuestra capacidad de mantener las diferencias marca la identificación cultural, más allá de la creación artística”.La mafia de la cultura en TamaulipasEl ciudadano Carlos Valdez Méndez denuncia la corrupción y el cinismo de dos funcionarios del Instituto Tamaulipeco de Cultura y las Artes.¿Quiénes son? El eterno cacique Medardo Treviño y la consentida sexenio tras sexenio Nicolina Sarno Berardo.Este par, con toda la impunidad que gozan, atropellaron los derechos de los alumnos del CBTIS 24, que han ganado por dos años consecutivos el primer lugar en teatro con la obra “Un tranvía llamado adicción”, compitiendo contra más de 400 grupos de todo el país.Medardo Treviño le aseguró a Carlos Valdez que él no tenía nada que ver con el abuso, que la única responsable era la “profesora” Sarno Berardi.Carlos Valdez le reclamó a Sarno Berardi a su vez se proclamó ignorante en materia teatral y confesó que le pidió opinión a Medardo Treviño, y éste fue quien adjudicó al primer lugar al grupo TEQUIO, propiedad de Medardo. Qué casualidad.El ciudadano Carlos Valdez pregunta:¿Por qué se sostiene en el cargo de director de fomento cultural a una persona que sólo piensa en su beneficio y el de sus amigos? y ¿por qué se mantiene en la dirección de desarrollo académico a una señora que acepta no saber de estos temas?Medardo Treviño tiene medrando en la mafia cultural de Tamaulipas tres sexenios. Ha logrado incrustar a sus amigos y familiares, y además, una revisión de sus cuentas por parte del contralor estatal no la soportaría.En cuanto a la familia Sarno Berardi, ésta es beneficiaria de los presupuestos educativos que se distribuyen en Ciudad Victoria. ¿Alguien puede corregir esto?A propósitos de mafiosos culturales ¿dónde andarán Jorge Trujillo Bautista y Miguel Angel Trejo Arrona?.

Rodolfo Rodriguez Bojorquez cuestiona a Fernando Mier y Teràn Director del ITCA


Aquí envío mi respuesta al oficio que me mandó el lic. Fernando Mier yTerán, donde me acusa de haber sustraído de la casa del arte partituraspertenecientes al ITCA, y yo demuestro en mi respuesta que las que yo retiréson de mi propiedad y nada tienen que ver con las que el ITCA extravió.Desgraciadamente, por falta de tiempo, no puedo anexir datos adjuntos con lalista de partituras extraviadas por la gente del ITCA y las que yo recuperéde la Casa del Arte, pero tengan por seguro que no son las mismas y en eloficio que evío a Mier y Terán, lo demuestro con documentos.

Ciudad Victoria, Tamaulipas, martes 7 de marzo de 2006.

Licenciado Fernado Mier y Terán Garza:
Director general del ITCA.

En respuesta a su oficio No. 000137.06., fechado el 22 de febrero de 2006 y recibido por un servidor el día 24 del mismo mes, hago pública la aclaración a los siguientes puntos: Respecto a su recordatorio de que yo formé parte del elenco de “Reso”, le informo que no sólo formé parte de él como actor, además compuse y ejecuté la música original para la obra, lo que me valió para hacerme acreedor a un premio nacional. En ningún momento he negado mi participación, sólo aclaré que, debido a la acusación de auto-beneficio que el señor Treviño enfrentaba, decidí conseguir las partituras a título personal para no verme involucrado en acusaciones similares.w:st="on" ProductID="la Casa">la Casa del Arte” en los que por mi puño y letra especifico como “material requerido para la creación del Archivo del Estado”. Pues bien, anexo a éste documento dichos oficios entregados a mi persona por la licenciada Liceága, en los que, efectivamente, solicito material para dicho archivo, además de otros en los que se encarga la creación de obra a los compositores Gonzalo Romeu y Guillermo Álvarez, así como la lista de obras que retiré de la Casa del Arte el día 26 de mayo de 2005, entregadas y supervisadas por personal de dicha institución y, para su mala fortuna, ni una sola obra recuperada por mi persona coincide con las que pertenecen al Archivo del Estado. Por otro lado le pregunto, el archivo ¿pertenece al estado? ¿o a la Nación? Ya que en este punto usted asegura que son de uno y luego del otro. Sin embargo, lo que yo retiré sólo me pertenece a mí y no creo que ostentar como propio lo que es de uno viole, en forma alguna, la ley federal, mas acusar falsamente a una persona sí es una violación a la ley.
Atendiendo el tercer punto de su oficio le aclaro que, en primer lugar, mi renuncia no fue motivada por las irregularidades que usted menciona, y que quedan aclaradas en la réplica al acta administrativa que usted anexa a su oficio, réplica que se encuentra en poder del Departamento de Recursos Humanos del ITCA. En todo caso, estas irregularidades hubieran causado un despido, no una renuncia. No, mi renuncia obedeció a mi decisión de apoyar otro proyecto cultural (anexo copia de renuncia). En segundo lugar, el diccionario de la lengua española describe como difamación “desacreditar a uno publicando o diciendo cosas contra su buena opinión o fama”, por lo que sostengo que acusarme de ratero sin sustento es una difamación, a la que usted se ha sumado en su oficio, y hoy, a casi tres meses de los sucesos, nadie me ha podido decir cual es la postura del ITCA ante un funcionario que difama a un artista, pero, independientemente de mi caso, me gustaría saber cual sería su postura suponiendo que un artista fuera difamado por un funcionario de la institución que tan desatinadamente usted dirige. En este mismo punto, usted menciona que le extraña que yo insista en que sea exhibida mi “conducta inapropiada” que ocasionó mi expulsión de una habitación del hotel “Everest” de esta ciudad. Le aclaro: por boca del propio señor Medardo Treviño se me informó que mi conducta inapropiada se debe a que, en una ocasión en que yo me encontraba en una habitación de dicho hotel, “alguien se quejó de que algo se había roto”. Hasta este momento no sé quien se quejó, que fue lo que se rompió, ni existen pruebas de que yo haya ocasionado tal desperfecto pero, en todo caso, esto habla más de un accidente que de una “conducta inapropiada”. Sin embargo, lo que el periodista Max Ávila comenta en su columna “polvo en el camino”, publicada el día 24 de febrero del presente año en el periódico “El Cinco”, donde lo acusa públicamente de haber cometido desfiguros en la playa de Tampico durante un evento organizado por el ITCA, sí podría catalogarse como una conducta inapropiada aunque, aclaro, no me consta. En cuanto a “las críticas que expreso en mi carta sobre su desempeño”, le aclaro que la carta no es mía, es de cien artistas, y dicha carta hace mucho que fue entregada en las oficinas gubernamentales correspondientes, según tengo entendido. En lo referente al veto del que soy objeto, y que pretende usted aclarar pomposamente asegurando que yo he participado en eventos del ITCA, afirmo que efectivamente, participé en el Tercer Taller de Orquestas Sinfónicas efectuado del 5 al 10 de diciembre pasado, inscribiéndome al mismo el día 6 de diciembre, un día después de su inicio, fecha en que me enteré de tal taller, pero mi inscripción pretendió ser condicionada acambio de las partituras “robadas”. Por otro lado, le aclaro que el Concurso Estatal de Teatro celebrado en Nuevo Laredo del primero al 7 de julio de 2005, no es un programa de capacitación musical, pero independientemente de esto, debo decirle que también me inscribí el día del cierre de convocatoria, pues ese día me enteré del evento, y sí, en dicho certamen gané la Primera Mención Honorífica al Mejor Actor. Por otra parte le agradezco su invitación a comportarme muy bien, para evitar que “los eventos que abrazan a cientos de músicos dejen de realizarse bajo las condiciones optimas que tanto maestros como alumnos merecen”, pero le recuerdo que yo lo único que hice fue retrazar 5 minutos un concierto al exponer mis inconformidades, pero los cambios constantes de sede de los ensayos, las clases en espacios tan funcionales como habitaciones del hotel, la incertidumbre de no saber si no habría concierto por no contar con un espacio para tal efecto y, finalmente, la realización de éste un día antes de lo previsto y en un salón de hotel, no fueron por mi culpa, fue el personal del ITCA quien organizó el evento bajo estas “condiciones optimas”.En cuanto a los programas de capacitación musical que aun usted divide en dos tipos: los que van dirigidos al personal del ITCA y los que van a la población en general, yo le he mencionado varios, por ejemplo el taller de dirección orquestal en Tampico, impartido por el maestro Arturo Quesada, un congreso de pedagogía musical en el mismo municipio, un curso de ritmos de huapango realizado en Ciudad Victoria e impartido por Evaristo Aguilar y, el pasado diciembre un encuentro al que asistieron músicos del estado, eventos de los que me he enterado después de su realización; le pregunto ¿la mayoría han sido sólo para el personal a su cargo?, ¿o por qué no me ha llegado información al respecto de los cursos y talleres en los que sí podemos participar mis alumnos y yo?. Al final de este documento aparecen mi nombre completo, dirección, correo electrónico y teléfonos, yo le invito a que me agregue en los directorios de músicos y teatristas del estado, para que me llegue oportunamente la información de los eventos que se organizan y así evite que yo insista en asegurar que estoy vetado. En el último punto de su oficio me recuerda que en mi calidad de exfuncionario es importante que en mis actividades me conduzca con la responsabilidad que adquirí dentro del ITCA. Le invito yo a lo mismo, y también a que antes de acusarme de haber sustraído partituras pertenecientes al ITCA y amenazarme con proceder legalmente contra mi persona si no las devuelvo, verifique que sean las mismas las que yo ostento como propias y las que ustedes han perdido, para que se evite la vergüenza de que yo se lo aclare de tan bochornosa manera. Antes de despedirme, quiero aclarar algunos punto tocados por el señor Medardo Treviño en la reunión que mantuve con él el día 27 del pasado mes de febrero: Como ya quedó claro, las partituras que pertenecen al Archivo del Estado y las que yo retiré de la Casa del Arte, no son las mismas, sin embargo, en esa junta el señor Treviño insistió en hacerme responsable de ellas, argumentando que en algún tiempo fui yo el encargado de dicho archivo, pero, a más de un año de haber entregado el Departamento de Difusión Cultural a la licenciada Belem Liceága, pregunto, si algo perteneciente a dicho departamento se les pierde o se les rompe mañana ¿Seré yo el responsable?.
Le sugiero hable a usted con el personal a su cargo y les aclare que sus funciones comenzaron al tomar ésta administración y las mías terminaron al entregar mi cargo; y, si hasta ahora se dan cuenta de la falta de partituras, o hasta ahora actúan al respecto esto habla del total abandono en el que la Dirección de Fomento Cultural tiene a la Orquesta de la Casa del Arte. Por último, y respondiendo al cierre de su oficio le comento que, a mi entender, no es dar una cita a un artista lo que demuestra una política cultural de apertura, sino la inclusión de todos los artistas a los eventos que el ITCA organiza, y que se permita que sea el propio artista el que decida si participa o no en ellos. Me despido de usted, poniéndome a sus ordenes para cualquier aclaración y exigiéndole categóricamente que, toda vez que he demostrado que las partituras que yo recuperé son de mi propiedad, me ofrezca una disculpa pública, enviándole copia de ésta a todos los funcionarios a quienes les envió copia de su oficio anterior, esperando que la disculpa esté a más tardar en tres días y no en un mes y medio como su respuesta anterior.

A T E N T A M E N T A

Maestro Rodolfo Ángel Rodríguez Bojorquez

C.C.P

* Ing. Eugenio Hernández Flores, Gobernador Constitucional deTamaulipas.
*Lic. Manuel Muñoz Cano, Secretario de Desarrollo Social,Cultura y Deporte.
*C.P. Alejandro Jiménez Riestra, Contralor Gubernamental.
*Lic. Sergio Ramírez Cárdenas, Director General del SistemaNacional de Fomento Musical, CONACULTA.
*Lic. Rocío Pérez Cantú, Directora de Atención Ciudadana yCompromisos del C. Gobernador.
*C. Medardo Treviño González, Director de Fomento Culturaldel ITCA.
*Ing. Armando Cavazos Iturbide, Director de la Casa del Arte.
*Lic. Belem Liceága Rosales, Jefa del Departamento deDifusión Cultural del ITCA.
Archivo personal.

Carlos Valdez dirige carta al gobernador Eugenio Hernandez dununciando corrupciones del ITCA






CARTA DE PROTESTA CULTURAL POR LOS
CREADORES DE TAMAULIPAS


Ciudad Victoria, Tamaulipas, febrero 4 de 2005.


INGENIERO EUGENIO JAVIER HERNÁNDEZ FLORES:
GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DE TAMAULIPAS.



Gran parte del gremio artístico en el Estado, ve con profunda tristeza que el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes seguirá en manos de personas ineficaces, lejanas al sentir de los artistas tamaulipecos. Quienes firmamos este documento, le queremos hacer saber lo siguiente:

Estamos cansados de funcionarios enquistados en la burocracia cultural, existen casos de personajes con 6, 12 y hasta 18 años manejando ineficaz y mañosamente las políticas culturales, queriendo, además, perpetuarse sin propuesta, salvo la del auto-beneficio.

Los artistas tamaulipecos hemos callado ante los abusos de funcionarios, servidores para sí mismos desde su puesto, que han cometido actos del dominio público: Amigos que arruinaban vehículos oficiales; extravíos de documentación oficial de artistas; daño físico a obra plástica, hijos que roban cheques oficiales impunemente; salarios no cubiertos durante casi un año a maestros de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Ciudad Victoria; otorgamiento de giras sin más criterio que el amiguismo; funcionarios que, al margen de su obligación, se auto-promueven para viajar al extranjero representando a nuestro estado por encima de otras propuestas estéticas y dirigen óperas sin importar si existen otros directores; presentaciones privadas de los músicos del Conjunto Típico Tamaulipeco del Gobierno del Estado en fiestas propias y de amigos; el olvido en el que se tiene a la Banda de Música del Estado; el veto descarado a la Orquesta Sinfónica de la UAT, por el insulto de no estar de acuerdo y defender su dignidad como músicos durante el XXX Congreso Internacional de Teatro de la ITI-UNESCO “Quetzalcóatl”, celebrado en mayo del año pasado.

Fue error nuestro callar ante su evidente ineficacia, pues mientras estos malos servidores públicos trabajaron para su exclusivo beneficio, dejaron a los artistas tamaulipecos sin capacitación, sin promoción, con programas de apoyo raquíticos, y una nula difusión del quehacer y obra de los artistas a nivel nacional e internacional.

Le pedimos a Usted que ponga fin a esta situación.

En la esperanza y confianza de que habrán de ser oídas nuestras demandas en beneficio de la cultura, hacemos de su conocimiento estas irregularidades, que han hundido a nuestro estado en un verdadero atraso cultural.

Los artistas tamaulipecos que signamos esta misiva queremos que el pueblo de Tamaulipas salga de su engaño: la cultura no es un fenómeno anual. La cultura no es sólo un grandioso festival con artistas extranjeros. La cultura no se limita a un festival de literatura con grandes escritores, sin más beneficio que el de cobrar miles de dólares por leernos unas frases de su obra.

La cultura es algo vivo, una expresión del día a día. La cultura debiera vivirse en nuestras calles, escuelas y hogares diariamente. Nuestras plazas debieran estar llenas de eventos, de artistas compartiendo su quehacer. Nuestras ciudades debieran tener centros artísticos y culturales al alcance de las familias, de los niños, de los jóvenes, de los ancianos, de todo aquel que así lo desee. Porque el arte es una necesidad básica del ser humano, que lo dignifica y le ofrece mejores expectativas de vida.

Los artistas tamaulipecos hemos soportado la ausencia de planes específicos a las necesidades de nuestro estado, y vemos cómo se limitan a operar de manera por demás deficiente los Programas Federales: machotes establecidos desde el centro de la República.

El silencio nos ha hecho mudos espectadores, casi cómplices. Pero ya no callaremos más. No es posible.
Manifestamos aquí y ahora nuestro desacuerdo con las autoridades que manejan el ITCA.

Ya no deseamos que dichas personas sigan siendo funcionarios de nuestra cultura. No avalamos al licenciado Fernando Mier y Terán Garza, al C. Medardo Treviño González, a la maestra Nicolina Sarno Berardi ni sus equipos de colaboradores incondicionales, por ningún motivo reconocemos a estas personas como nuestras autoridades, pues NO creemos en sus promesas de inclusión, de mejoras, ni de cambios; ya han tenido oportunidad por años, tampoco creemos que las cosas vayan a mejorar, pues han demostrado su absoluta incapacidad.

Estamos decididos a no soportar sus deficiencias, anomalías, abusos de poder e injusticias en contra de los artistas que no se suman a sus intereses.

Atendiendo nuestros valores DENUNCIAMOS ante Usted la verdadera situación de la cultura en nuestro estado. Tristemente una cultura de oropel que ha dejado de lado lo popular, lo auténtico, lo local, e inclusive lo selecto en su expresión más universal, olvidando así a nuestros artistas y convirtiendo al ITCA en sitio de individuos sin ética profesional.

Los artistas tamaulipecos hoy le hemos hablado con la verdad, poniendo en Usted nuestras esperanzas para un mejor Tamaulipas.

Para dar respuesta a la presente favor de dirigirse a:
Víctor Hugo Martínez Murillo
Circuito Alexandra poniente 125 B fraccionamiento Alexandra Tampico Tamaulipas. e-mail: vhmartinezm@hotmail.com

A T E N T A M E N T E:

Los abajo firmantes

c.c.p. La opinión pública
c.c.p. Medios de comunicación.



CARTA AL GOBERNADOR DE TAMAULIPAS

Ciudad Victoria Tamaulipas, a 8 de marzo de 2006.

INGENIERO EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES:
Gobernador Constitucional del Estado de Tamaulipas.

P r e s e n t e.

Por medio de la presente me dirijo a usted para manifestare nuevamente mi desacuerdo con la forma en que los funcionaros del ITCA, el señor Medardo Treviño, quien por cierto se dice licenciado sin serlo y la profesora Nicolina Sarno Berardi desempeñan sus labores utilizando sus cargos para el beneficio personal y el de sus allegados, prueba de ello es la Semana de la Prevención a las Adicciones que se llevará a cabo en mes en curso en las instalaciones del Centro Cultural Tamaulipas, evento que clausurará con una obra de teatro, misma que fue designada por el ITCA, y es precisamente la manera de designar la obra lo que pone de manifiesto una actitud deshonesta de estos funcionarios ya que sin más criterio que el amiguismo proponen para tal evento a un grupo de personas que son integrantes del grupo de teatro Tequio que dirige el señor Medardo Treviño, pasando por alto el trabajo de los jóvenes del CBtis 24 que, precisamente con el tema de las adicciones, se han hecho acreedores al Primer Lugar en el Concurso Nacional de Teatro “Un tranvía llamado adicción”, durante dos años consecutivos, compitiendo contra cuatrocientos grupos de toda la república (anexo 1), sin embargo, se da preferencia a una obra de dudosa calidad, por el simple hecho de pertenecer al grupo de amigos del señor Treviño. Cabe mencionar que en llamada telefónica sostenida con el señor Treviño González, éste me aseguró que él no tenía nada que ver en la designación de la obra, que la única responsable era la maestra Sarno Berardi, y al platicar con ella, me aseguró que por no saber nada de teatro, se acercó al señor Treviño para pedirle una opinión y fue éste quien le recomendó el montaje de la señora Rosa Balderas. Caben aquí dos cuestionamientos que con todo respeto quiero manifestarle, ¿por que se sostiene en el cargo de Director de Fomento Cultural a una persona que sólo piensa en su beneficio y el de sus amigos? y ¿por que se mantiene en la Dirección de Desarrollo Académico a una señora que acepta no conocer del tema?, es decir, resulta obvio que para ocupar un cargo de esta naturaleza se necesita preparación artística, además del sentido común necesario para saber que el ITCA no puede pasar por encima de ninguna propuesta estética y se debe convocar a todos los interesados a presentar sus propuestas y, con base en ello, designar quien será el participante en el evento, cualquiera que éste sea. Me parece que sólo existen tres posibilidades para que no se haya tomado en cuenta el grupo del CBtis 24, una es por el simple hecho de beneficiar a los allegados de Medardo Treviño, lo cual ya resulta intolerable, otra es que estos jóvenes sean víctimas de una política de puertas cerradas a quienes firmamos una carta de desacuerdo contra la política cultural de los señores Fernando Mier y Terán, Medardo Treviño y Nila Sarno, cosa que sería muy grave y la tercera y más escandalosa es que ni siquiera conozcan la trayectoria y logros del grupo. Pero no es de extrañar esta actitud en el señor Treviño que en los tres sexenios que tiene de trabajar para el Gobierno del Estado en las oficinas de cultura, a favorecido sus proyectos personales, olvidando la promoción y difusión de los artistas, el caso más reciente es su participación el Estado de Chihuahua dentro del homenaje al dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda con su grupo de teatro “Tequio” (anexo 2). Seguramente estos servidores públicos manifestaran que yo he sido beneficiado en muchas ocasiones por el ITCA como una forma de desacreditar este reclamo, pero salvo el apoyo que recibí para asistir al Festival Internacional de Pantomima en Puebla, todos los demás apoyos han sido por que me los he ganado a través de las convocatorias que el Gobierno Federal y el ITCA ha convocado con un jurado profesional. Señor gobernador, soy un convencido de que como ciudadanos debemos poner toda nuestra confianza en las instituciones que tanto esfuerzo y sacrificio han costado a los Tamaulipecos. Desgraciadamente sujetos como Medardo Treviño, quien desde hace años es muy mal visto por gran parte de la comunidad artística, Nicolina Sarno, que, además de ignorante es prepotente con quienes no estamos de acuerdo con ella y hasta con el personal a su cargo (anexo 3), y Fernando Mier y Terán Garza, ponen en entredicho la labor cultural que el Gobierno a su cargo trata de desarrollar. Sin otro particular por el momento, sólo me resta despedirme de usted, no sin antes manifestarle mi interés por sus proyectos culturales y ponerme a sus órdenes.

A T E N T A M E N T E

CARLOS VALDEZ MÉNDEZ

C.C.P.

*Sra. Adriana González de Hernández, Presidenta del Sistema DIF Tamaulipas.
*Lic. Manuel Muñoz Cano, Secretario de Desarrollo Social, Cultura y Deporte.
*Lic. Mario Ruiz Pachuca, Coordinador de Asesores del C. Gobernador.
*C.P. Alejandro Jiménez Riestra, Contralor Gubernamental.
*Ing. Pedro Argüelles Ramírez, Director de Gobierno del Estado de Tamaulipas.
*Lic. Fernando Mier y Terán Garza, Director General del ITCA.
*La opinión pública


Carlos Valdez Méndez
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