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Vie, 15/08/2008 - 11:00
La polémica ha rodeado al Consejo Municipal para el Desarrollo Cultural de Tampico prácticamente desde su creación, y el desenlace de este organismo, creado para repartir 240 mil pesos entre proyectos ciudadanos de arte y cultura, no está exento, pues a unos días de que se venza el plazo para que el consejo dé a conocer sus resultados, Juan Jesús Aguilar, presidente, renunció a su puesto y denunció una serie de adversidades que le impidieron “cumplir fielmente” con su función.
En primer lugar, el autor de Feracidad del trópico expresó que el Consejo nunca tuvo la posibilidad de reunirse en pleno “para lograr acuerdos necesarios en busca de la necesaria unificación de criterios”; Aguilar por ejemplo, realizó un viaje del 11 de julio al 8 de agosto, lo que le impidió revisar la mayoría de los proyectos participantes; de hecho, sólo pudo evaluar uno relacionado con las artes plásticas al que trató de defender de los requisitos que ponía el ITCA.
En términos generales, lo que Aguilar denuncia se resume en la falta de valor y de “luz” para que los integrantes del Consejo defendieran los proyectos que creían positivos. “¿Cuál es la función del Consejo Municipal de Cultura si está maniatada su decisión a este engorroso y contradictorio procedimiento de evaluación?”, explica el escritor en su renuncia.
Y es que desde hace tiempo, el autor de La gata sobre el tejado caliente, criticó “la actitud policiaca” con la que los interventores del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes podrían eliminar cualquier proyecto basándose en los requisitos exigidos por Conaculta, que “no todos son del todo reales a la casuística del puerto y a la causalidad de los creadores en el Sur de la entidad”.
Los integrantes del Consejo –explica- debieron haber tenido la valentía y la inteligencia incluso para replantear esos requisitos. Por eso, Aguilar no duda en que el problema con este Consejo inició desde el momento en que fueron designados sus integrantes, quienes –por sus ocupaciones personales- nunca tuvieron la oportunidad de reunirse para establecer ellos mismos una postura frente a los proyectos y a la intervención del ITCA.
Por su parte, Katy Marón, directora de Cultura del Ayuntamiento de Tampico, expresó que la presidencia del Consejo seguramente recaerá en manos del pintor José Rivera Bernal, quien “desde un principio pudo haber fungido como tal”.
Según sus palabras, la ausencia del poeta no afectará en nada el funcionamiento del Consejo, pues éste “está compuesto por personas muy capaces, unidas en el sentido de trabajo”.
Marón expresó que será el lunes cuando den a conocer los proyectos que serán apoyados por el Consejo Ciudadano para el Desarrollo Cultural Municipal de Tampico.
El día de hoy, los integrantes que quedaron en el Consejo viajarán a Ciudad Victoria, donde “defenderán” ante el ITCA, los proyectos que han escogido.
¿Es correcta la manera en que se distribuyen los recursos para los proyectos culturales?
Miguel Domínguez
