julio 14, 2008

GAZETA Cine Madero, una película de terror que atenta contra la cultura de Tamaulipas





La Sección Uno del STPRM destruye murales de artista victorense…
Cine Madero, una película de terror que atenta contra la cultura de Tamaulipas



http://www.gazeta.com.mx/asp/muestranot.asp?id=8719


por María Jaramillo Alanís/Fotos Ricardo Delgado Herbert



Ciudad Madero.- Para que no se olvide, ahí en el estacionamiento en que fue convertido el viejo Cine Madero se alzan dos puños, rastro de la obra del Maestro Juan de los Santos Retta, que fuese destruida por la Sección Uno del STPRM como tratando de borrar su propia historia.

Ricardo Delgado Herbert, artista que aprendido del “pintor de los petroleros” Juan de los Santos Retta el amor por la pintura, hizo lo que algunos reporteros, fue al derruido Cine Madero, pidió permiso para ver lo que fue la obra de su maestro y se encontró con lo que se suponía había ocurrido: la destrucción de la obra plástica del artista victorense.

Delgado Herbert tomó dos imágenes con su teléfono celular, que muestran de lo que es capaz el ser humano: la destrucción de los murales que mostraban la histórica lucha de de los obreros petroleros.

El viejo Cine Madero es propiedad del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que decidió que el inmueble se convertiría en estacionamiento pero sin tomar en cuenta que en el sitio estaban plasmadas las luchas petroleras. Simplemente lo cedieron a compañías neoleonesas, dicen, para que en él se prestara el servicio de estacionar autos.

Juan de los Santos Retta, el pintor de los petroleros, nació en Ciudad Victoria en 1931. A los seis años de edad empezó su gusto por el arte pictórico dibujando historietas en Matamoros, Tamaulipas. Posteriormente estudió dibujo y pintura durante tres años aprendiendo diversas técnicas en el Instituto de Industrias y Bellas Artes en México, Distrito Federal. Después, en el año de 1958, fue alumno fundador del Instituto Regional de Bellas Artes de Tampico, área de artes plásticas en el periodo directivo del Maestro Jaime Nolla Reyes.

El Maestro Retta tuvo como maestros a Ramón Jara, José Luis Ruiz Diez, Nicolás Moreno, Ramón García Zurita y el grabador Carlos Alvarado Lang. Participó en innumerables exposiciones colectivas hasta el año de 1980 con el llamado grupo Tlacuilo, Neo-realista y en el jardín del arte de Tampico, en el museo de Arte Moderno y en el Poliforum Siqueiros en el Distrito Federal.

Reside actualmente en Ciudad Madero, donde en la década de los ochentas realizó tres murales en el Sindicato Petrolero, en el ex Cine Madero y otro en el domicilio del Capitán Joel Álvarez Sandoval; dos bustos de Don Miguel Hidalgo en bronce, para la Terminal Marítima Petrolera y en la Plaza de Árbol Grande, al igual que un busto de Vicente Guerrero en la plaza que lleva su nombre está elaborada en cemento y mármol patinado y otra del General Obregón, ubicada en su avenida en pleno centro de Ciudad. Madero.

LA DESTRUCCIÓN DE LOS MURALES

El Maestro Retta destacó por sus trabajos desde sus inicios. Sus obras más importantes son los murales ubicados en Ciudad Madero en la Sección Uno del STPRM, y en el desaparecido Cine Madero del Sindicato Petrolero, donde en la actualidad dicha organización sindical los hizo blanco de su apetito voraz.

Delgado Herbert, alumno sobresaliente de Retta, afirma: “Los murales que han sido destruidos los pintó en la época en que la cultura sobresalía en Ciudad Madero. La barbarie cometida contra la obra de Retta, en nuestros días, ennegrece aún más el panorama cultural de Tamaulipas”.

El Maestro Juan de los Santos Retta perteneció a una tradicional enseñanza de la antigua escuela mexicana, y es considerado como uno de los primeros maestros que egresaron del Instituto Regional de Bellas Artes (IRBA), en cuya institución impartió clases de dibujo en los años sesentas.

Delgado Herbert afirma que es una pena que el tiempo y el olvido que permean la estructura gubernamental, hayan permitido que la obra de un gran pintor fuese destruida. “El propio maestro Retta hizo las denuncias correspondientes sobre la destrucción de sus murales ante las autoridades estatales, sin recibir hasta hoy una respuesta congruente y justa”.