Escrito por Carlos Santamaría Ochoa
Viernes, 11 de Julio de 2008
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¡Qué lejos están aquellos tiempos en que la cultura tamaulipeca traspasaba fronteras y mostraba el arte y creatividad de los artistas de la entidad! Ahora que viene la fiesta cultural del estado, es justo recordar un poco lo que ha sido la función de los administradores de cultura del gobierno estatal, que no han podido tener la capacidad de encontrar los foros de difusión cultural que los que tenemos como actividad alguna disciplina artística anhelamos.
Nos tenemos que conformar, desgraciadamente, con unos pocos eventos que hay que suplicar, buscar, procurar, y en la mayoría de los casos, financiar.
Es, sin lugar a dudas, la Universidad Autónoma de Tamaulipas el mejor foro de cultura que tenemos, porque a través de su dirección de Extensión Universitaria y de las propias escuelas y facultades se promueven los valores locales y se busca trascender, función que debiera ser propia del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, pero que en algún escritorio o un conjunto de viejos y amarillentos expedientes quedó ahí, guardado para una mejor ocasión.
Con mucha atención hemos leído la carta que Ricardo Delgado Herbert envía al titular de la oficina administradora de cultura, Fernando Mier y Terán, en el sentido de que no hay apoyos. Tal comunicado es reproducido por el colega Ambrocio López Gutiérrez en su colaboración periodística y, créame, no está nada alejada de la realidad. La cultura en Tamaulipas ha sido para unos cuantos en cuanto a promoción de valores.
Hemos visto, por ejemplo, una serie de exposiciones y conciertos de personas cercanas a los administradores culturales, y permítame acuñar este término, porque hay una gran diferencia en ser administrador y ser promotor, que es la función del ITCA.
Hace apenas un par de meses, previa entrevista con autoridades de la Xunta de Galicia, surgió la oportunidad de promover la fotografía que se realiza en Tamaulipas en cuatro muestras individuales: dos en tierra mexicana y dos en tierra gallega, siendo la propuesta las ciudades de Victoria y Monterrey, así como Santiago de Compostela y A Coruña. La respuesta: adivinó: negativa en todos sentidos, y más que eso, un absoluto y total vacío para quienes no tenemos oportunidad de ser escuchados en audiencia por alguno de los funcionarios culturales que, cabe decirlo, no hacen ningún favor a los artistas, ya que se les paga por ser SERVIDORES PÚBLICOS, aunque es más fácil poder realizar una entrevista con un secretario de estado en Tamaulipas que con el mismo director de cultura o alguno de sus subalternos, incluyendo quienes se dedican a la difusión.
Desde España tratamos de hacer la gestión correspondiente, con un sinnúmero de llamadas telefónicas y correos electrónicos, sin embargo, la respuesta fue la misma: un completo silencio, propio de una sala de conciertos donde han partido los músicos.
Imagine el lector que se ha conseguido inclusive ¡el patrocinio! de las exposiciones, es decir, no costaría nada al ITCA, pero los encargados de estos menesteres no tuvieron el tacto siquiera para declinar la invitación y propuesta para promover el trabajo fotográfico en ambos países. Se les hizo poco quizá el hecho de que fuera una persona ajena a su privado y selecto grupo quien hubiera hecho la gestión y la autoría de la obra como para poder considerarlo.
Esta política choca totalmente con la intención del secretario de Desarrollo Social en Tamaulipas Manuel Muñoz Cano, quien se ha mostrado siempre receptivo a escuchar y apoyar a los artistas de la entidad; el funcionario se ha mostrado ya en algunas ocasiones extrañado por la falta de apoyo del ITCA hacia los artistas, lo hemos platicado y obviamente, su molestia es más que manifiesta.
Sin embargo, llama mucho la atención que este tipo de personas siga cobrando (y bien) para administrar la cultura cuando no hacen más que favorecer a sus “cuates”, clara muestra es que el Festival Internacional Tamaulipas es prácticamente organizado en el seno del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, dada la incapacidad del ITCA de hacerlo. Hay que pensar que el DIF ha salvado los eventos que el instituto de referencia deja por la paz.
Sucedió con el Conjunto Típico Tamaulipeco y su aniversario que Mier y Terán no quiso apoyar, por lo que tuvieron que ir con Muñoz Cano para obtener el apoyo que merece un grupo de esta importante trayectoria. Ha sucedido con muchísimos artistas más, y ahora, ante la posibilidad de hacer un conjunto de exposiciones en forma binacional ¡sin costo!, simplemente, se han vuelto a otros lares, donde sus incondicionales siguen manteniendo apoyos de toda índole (y decimos “toda” porque así sucede), sin importar qué sucede con la cultura en Tamaulipas.
Dicen que “no hay mal que dure cien años”, pero este tumor ya tiene nueve años y medio en la nómina, estorbando, obstruyendo, holgazaneando.
Suponemos que tanto el secretario de Desarrollo Social Muñoz Cano como quien gobierna Tamaulipas estén enterados de estos males de la cultura, y confiamos en que pronto habrá nuevos bríos, nuevos vientos, nuevas caras y una real y verdadera promoción cultural. Así lo desea Tamaulipas.
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